Las AFAS


El alzheimer está presente los 365 días del año para todos aquellos que lo padecen. Y no sólo hablamos del enfermo, sino también de los cuidadores. Tras un primer diagnóstico, el paciente y la familia se encuentran normalmente perdidos. Ahí es donde se hacen presentes y necesarias las asociaciones de familiares y enfermos de alhzeimer.

Las AFAS nacemos para dotar de un apoyo sólido y trabajamos para reclamar una atención integral para todas las personas que se ven afectadas por la demencia. Luchamos para difundir la enfermedad, su sensibilización y también dar voz a los cuidadores, que también sufren y ven afectada su vida cotidiana.

En general, los recursos de los que disponemos para realizar nuestro trabajo son limitados, pues aunque nuestros asociados y usuarios colaboren en nuestro mantenimiento, necesitamos de las subvenciones de instituciones públicas y privadas para funcionar. Pero nos sobra ilusión, voluntad y esfuerzo de seguir creciendo y mejorando. 

Las asociaciones también exigimos el reconocimiento por parte de la administración (a nivel local, regional y nacional) de la labor que realizamos, pues en muchas ocasiones ocupamos el vacío que el sector público tiene en el tratamiento de esta enfermedad, en relación al grado de evolución de la misma y las posibilidades económicas de los afectados.

También apoyamos todo tipo de iniciativas y ayudas a la investigación, en relación al desarrollo de nuevas terapias, técnicas o medicamentos que permitan una detección precoz de la enfermedad o una evolución más tardía de la misma en el tiempo. 

Nuestro trabajo y nuestros servicios deben ser conocidos y valorados. Para ser una opción en el tratamiento de la enfermedad, nos relacionamos con los especialistas sanitarios y los trabajadores de servicios sociales municipales que tratan a nuestros pacientes en las localidades en las que realizamos nuestra labor, mediante reuniones, informes, valoraciones, charlas y conferencias, de forma que el enfermo y su familia disponga de toda la información y ayuda necesaria para afrontar su enfermedad.

Somos el primer pilar en el que se apoyan los afectados por la enfermedad. Somos un punto de encuentro de personas con la misma problemática. Tenemos los mejores y más cualificados profesionales para la atención  de los enfermos y sus familias. Y personas que dedican su tiempo voluntaria y desinteresaramente para el sostenimiento de nuestras asociaciones.

La sociedad necesita a las AFAS, así como éstas necesitan de la sociedad. Debemos estar presentes como miembros activos de la misma y trabajar conjuntamente para conseguir nuestros objetivos, pensando siempre en las personas.